Los noticieros, periódicos y redes sociales nos muestran todos los días que las cosas en el país -en materia de seguridad y justicia- no han ido de lo mejor en los últimos años. Gobiernos van y vienen en los tres niveles, pero las cosas en este ámbito parecen no mejorar.
Reunimos a representantes de instituciones de justicia, de organizaciones de la sociedad civil y la academia inmersos en temas de seguridad y justicia, con un objetivo común, construir una visión para mejorar el sistema de seguridad y justicia basado en datos.
El pasado 7 y 8 de Mayo de 2019 en la ciudad de Cuernavaca tuve el honor de participar en un foro al que asistieron seres humanos comprometidos con la idea de mejorar el sistema de justicia penal, representantes de Unidades de Monitoreo y Evaluación de Fiscalías, Tribunales y Defensorías Públicas de varios Estados del país y líderes de organizaciones de la sociedad civil involucradas en temas de seguridad y justicia, con un objetivo común, construir una visión para mejorar el sistema de seguridad y justicia basado en datos.
Sí, en datos. Aunque en el sentido común popular pensemos ¿no se toman decisiones tan importantes como la seguridad y la justicia basado en evidencia estadística? Lamentablemente la respuesta, generalmente, es negativa. Muchas de las decisiones respecto de las estrategias para actuar como Estado para prevenir, combatir y juzgar delitos se basan en decisiones del día a día.
En este foro denominado “Mejorar el sistema de justicia basado en datos” coincidimos con personas realmente comprometidas con reivindicar la atención a las víctimas del delito, con esclarecer los hechos delictivos, defender a los inocentes y con personas preocupadas en la observación y análisis de las acciones que el gobierno viene realizando para dar soluciones a las víctimas del delito.
En esta actividad se conjugaron funcionarios públicos del sistema penal dedicados al análisis de la percepción ciudadana y los indicadores estadísticos de los procesos internos, al igual que líderes de organizaciones de la sociedad civil dedicados a ser críticos del trabajo que en estas instituciones del sistema penal se realiza.
Gracias a las dinámicas que realizamos de coaching, planeación estratégica y networking, se llegó a la conclusión menos esperada… las instituciones del sistema penal y ciudadanos organizados debemos trabajar de manera conjunta para mejorar la forma en la que opera el sistema de justicia, algunos pensarán ¿Cómo? ¡Ese es trabajo de los funcionarios públicos, para esos les pagan! Si piensas de esta forma, les preguntaría ¿Acaso no somos todos ciudadanos e igualmente vulnerables de ser víctimas de un delito? Claro. El funcionario público al concluir su jornada laboral también regresa a casa y tiene una familia, siendo igual de vulnerable que el ciudadano ordinario.
Estoy plenamente convencido que identificando las causas de la corrupción e ineficiencia institucional basado en datos, de manera sistemática y analítica, se pueden resolver muchos de las problemáticas del sistema de justicia. No será de la noche a la mañana, pero si aumentamos las personas dedicadas a aminorar estos grande males en el interior de las instituciones, al igual que desde el exterior con ciudadanos fungiendo como auditores externos del desempeño de las instituciones, constructores e implementadores de las innovaciones necesarias para resolver esos grandes problemas que en el interior de las instituciones no se ven o parecen imposibles de vencer.
Para concluir, estoy plenamente convencido de la importancia que tiene la participación ciudadana para construir mejores datos del sistema de justicia, mejorar las instituciones y una mejor ciudadanía.
Muchas gracias a todos los ponentes, participantes y al equipo de PROJUSTICIA por hacer de este evento una realidad, estoy seguro de que seremos voceros de la importancia que tiene mejorar el sistema de justicia y el gobierno en general, basado en datos.
Novedoso en nuestro país y necesario para las instituciones públicas contar con instancias estudien, evalúen y propongan soluciones encaminadas a mejorar la calidad del servicio que recibe el usuario, ya que lo no medido no se mejora.