En días pasados el INEGI publicó los resultados de la Encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública 2018 (ENVIPE). En ella nuevamente queda en manifiesto un problema que ha afectado al sistema de justicia penal en el país periódicamente, la falta de denuncia de los hechos delictivos por parte de las víctimas.
Los mexicanos seguimos atribuyendo la responsabilidad a la autoridad, de no denunciar, tal y como se muestra en la siguiente gráfica de la ENVIPE.
En particular, consideran la denuncia como una pérdida de tiempo. Es evidente que los mexicanos esperemos una atención mucho más rápida y eficiente por parte de la cara del sistema de justicia, tal y como lo esperamos de bancos, compañías telefónicas y de televisión de paga, etcétera.
Es tiempo de que las instituciones involucradas en atender a las víctimas del delito den la debida importancia a la calidad de los servicios que brindan, mi
propuesta para resolver esta problemática es la creación o dignificación de unidades vigilantes de la calidad en las instituciones del sistema penal, estas deben vigilar la forma en la que se atiende a las víctimas del delito y del desempeño institucional haciendo uso de encuestas para medir la satisfacción al usuario y del análisis de indicadores de los procesos institucionales para la identificación de áreas de oportunidad en los servicios brindados y para la toma de decisiones en pro de los justiciables.
Además, impulsar la innovación institucional y buscar la mejora continua en las mismas, para satisfacer las expectativas de servicio del motivo de existencia del sistema de justicia y del gobierno, los mexicanos; actores que muchas veces indebidamente pasa a segundo termino para muchos servidores públicos de este país.
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